sábado, 1 de noviembre de 2008

Habitación 106: Autoantropofagia



Esta mañana salí a pasear antes de poner un pie en el suelo. Busqué los huecos en los edificios. Pinté de azul cada olvido. Dejé la plasticidad sumergida en el fondo del café derramado en el plato. La miré mientras se ahogaba. Pude hacerlo. Borré las marcas de mis manos en mi cuerpo. Cerré los ojos mientras los tuve abiertos. ¡Canté a un frasco tumbado en la cama, a una falacia perdida, a un tecleo risueño!



Esta mañana soñé canciones y las canciones me respondieron:

- Si te comes a ti mismo con esmero y sin alivio no obtendrás más alimento, sino olvido.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola!

Me gusta mucho este nuevo blog, tus textos tienen un aire muy diferente a los que leí en el otro blog.

(Cuida las repeticiones que te restan fuerza)

por lo demás, ya tengo tu link y te iré visitando a menudo.

Besos